Ni la ilusión por volver a interpretar uno de sus papeles más recordados, el de la señora Doubtfire, cuyo proyecto ya estaba en marcha, pudo mitigar la depresión que desde hace años arrastraba el actor Robin Williams (Chicago, 1951), un intérprete que forjó su carrera entre la comedia, para la que estaba superdotado con una portentosa gestualidad, y el poso de amargura que dejó en filmes como El club de los poetas muertos, El indomable Will Hunting, por la que ganó el Oscar —el único que obtuvo en su carrera— al mejor actor secundario en 1998, o Retratos de una obsesión.
El cuerpo sin vida del actor, de 63 años, fue encontrado en su casa de Tiburón, una península en la bahía de San Francisco, frente a la ciudad. Los servicios de emergencias recibieron una llamada a las 11.55 de este lunes, hora local, (20.55 en la España peninsular) y entraron en su domicilio, donde certificaron su muerte apenas cinco minutos después.
El parte oficial que hizo público la Oficina del Sheriff del condado de Marín apunta al suicidio por asfixia como probable causa de su fallecimiento. Fuentes policiales insistieron en que se van a realizar pruebas para determinar si se encontraba bajo el efecto de las drogas en el momento de morir.
Entre estos momentos, se recuerdan especialmente las muecas de la famosa niñera en que se convirtió para cuidar de sus hijos en Señora Doubtfire, pero también al profesor de literatura soñador de El club de los poetas muertos.
A lo largo de su carrera logró cinco Globos de Oro. Entre los papeles más renombrados figura también el protagonista de Jumanji o el niño que no quería crecer, un personalísimo Peter Pan en Hook. En el mundo de los dibujos animados puso su voz al genio de Aladdin, Batty Coda en Ferngull o los simpáticos pingüinos de Happy Feet.
Me gustaría destacar también todas las menciones que se han hecho en las diferentes redes sociales diciendo que echaran de menos sus canciones (entre los que se incluye el de Mariano Rajoy, presidente del gobierno español) y pedir que se molestasen un poquito en aprender a leer. Hay cierta diferencia entre Robbie y Robin, y este hombre merece más respeto.
Espero que pueda descansar en paz, y le envío mi más sincero pésame a sus familiares. Hasta siempre capitán, mi capitán.
Aladdin: Genio, voy a extrañarte.
ResponderEliminarGenio: También yo Al.
:,(
EliminarIncreible actor y parte de mi infancia, ahora espero que se encuentre bien allí donde este.
ResponderEliminarNUNCA JAMÁS te olvidaremos.
Formo parte de la infancia de varias generaciones.
EliminarEs una lástima, sobre todo por las condiciones que se han dado :(