Hades
veía con los ojos llenos de júbilo a Orochimaru mientras realizaba su técnica
prohibida. Cientos de cuerpos empezaron a aparecer, todos ellos de destacados
malhechores que desgraciadamente, habían muerto sin cumplir su cometido, y
ahora estaban dispuestos a terminar lo que empezaron.
-Hades:
¡¡Por fin, la victoria es casi mía!!
-Naraku:
¿Quiénes son todos estos? ¿De verdad podrán ayudarnos?
-Hades:
No los subestimes, son perfectamente capaces de hacer lo que le ordenemos.
-Orochimaru:
Además, ahora son más fuertes. Esta técnica hace que el cuerpo se convierta en
el de un muñeco inmortal. Podremos manipularlos a nuestro antojo hasta que
dejen de ser útiles.
-Hades:
Estupendo, en ese caso, empecemos con el plan, nuestro primer movimiento
será...


De repente, un extraño humo
empezó a salir de dicho recinto. Una imagen que preocupó mucho a la pareja.
Mulán:
¿Qué ocurre?
Shang:
¿Habrá vuelto Mushu a echarse pimienta en la nariz?

No
podían perder más tiempo, el incendio era cada vez más visible. Volvieron a
montar y cabalgaron veloces hasta el hogar de la familia Fa sin darse cuenta de
que alguien les estaba observando.
Bella y la Bestia bailaban felices. Por fin la
muchacha había conseguido ver un poco de humanidad en aquel “ser”. Nada podía
ir mejor, todos en el castillo estaban convencidos de que en breve la maldición
se rompería y recuperarían su verdadero cuerpo.

Bestia:
¿Quién sois vos?

Bella:
No les escuches, parecen muy sospechosos.
Lumiere:
Tiene razón amo, será mejor que les echemos.
Din-Don:
Exacto ¡Así que fuera de este castillo! ¡Ahora mismo les enseñó la puerta!
El Rey
del Mal se mostró ante el reloj de cuco, quien atemorizado se escondió detrás
de su amo.
Maléfica:
Dejémonos de estupideces, yo pretendo
ayudarle a recuperar su verdadera forma.
Bestia no entendía nada ¿De verdad esa mujer podría
liberarle de su maldición? Bestia aceptó porque pensaba que sólo convirtiéndose
en príncipe podría enamorar a Bella.

Maléfica
rió con crueldad.
-Maléfica:
Ya tienes lo que deseabas. Al ponerse el sol, sólo desearás matar a esa mujer y
apoderarte de su alma, así volverás a
ser el príncipe que deseabas ser.
Bestia
intentó atacar a la malvada pareja, pero ya era demasiado tarde, pues habían
escapado en un haz de luz y fuego verdoso.
Lejos de allí, en una sala oscura. Unas misteriosas voces dialogaban entre ellas. Una inquietante discusión se llevaba a cabo.
¿?:
Maestro. Ya ha empezado.
¿?:
¿Cuáles son tus órdenes?
CONTINUARÁ