Capítulo 03. Familia.
Después
de vencer a su enemigo mortal, Naraku, Inuyasha y Kagome decidieron continuar
con la búsqueda de los fragmentos de la joya de las 4 almas.
Sin
embargo, no todos tenían los mismos planes.
-Sango:
Sí, ahora que Naraku ha muerto, lo único que tengo que hacer es encontrar a
Kohaku y llevármelo a casa.
-Miroku:
Lo siento, pero yo haré lo mismo, volveré al templo donde me crié.
-Shippo:
¡Pero no podéis dejarnos! ¡Tenemos que recuperar el resto de fragmentos de la
esfera!
A pesar
de eso, nada podía detener a Miroku y Sango que se fueran, ellos no buscaban
los fragmentos de la joya, sólo querían eliminar a su mortal enemigo.
Cuando
se fueron, Kagome sufrió al pensar que al encontrar todos sus fragmentos, su
presencia allí no sería necesaria.
Inuyasha
se alejó de allí, tenía mucho en que pensar.
El
semi-demonio se acercó al arbol sagrado.
-Inuyasha
(pensando): Kikyo, ¿eres consciente de que nuestro enemigo ya no está aquí? Me
pregunto si habrás vuelto al lugar donde perteneces. Querida Kikyo ¿Dónde
estás?
Sin
muchos resultados, Inuyasha comenzó a impacientarse.
-Inuyasha:
¿Qué demonios está pasando? Se suponía que sin Naraku de por medio, no
tendríamos problemas con nuestro objetivo.
-Kagome:
Tranquilo Inuyasha, seguro que pronto encontraremos algo.
-Inuyasha:
¡Espera! ¡No hay duda es él!
Inuyasha
salió corriendo en busca de un olor familiar.
Inuyasha
se detuvo en un claro del bosque, donde le estaba esperando su hermano,
Sesshomaru.
-Inuyasha:
¿Qué haces aquí?
-Sesshomaru:
¿De qué está hablando, has sido tú quien ha ido en mi busca.
-Inuyasha:
Bah, no digas tonterías, llevo todo el día notando tu olor, es evidente que nos
has seguido.
-Sesshomaru:
¿Dónde está Naraku? Hace bastante tiempo que no percibo su rastro.
-Inuyasha:
Je. ¿Sorprendido? Así me gusta. Para que lo sepas. Me lo he CAR-GA-DO.
-Sesshomaru:
Estúpido medio demonio.
-Inuyasha:
¿Qué dices?
-Sesshomaru:
Es evidente que Naraku no ha muerto, puede que su rastro físico haya
desaparecido, pero su aura maléfica sigue inmutable, está obviamente vivo.
Kagome
y Shippo llegaron en la bicicleta de la chica justo a tiempo para escuchar esas
palabras. ¿De verdad era posible que no le hubiesen derrotado?
-Inuyasha:
Bah, estoy harto de tus tonterías, si de verdad Naraku no ha muerto me conformo
con matarte a ti.
Inuyasha
y Sesshomaru empezaron a luchar como cada vez que se encontraban.
-Kagome:
Hay, ¡Estos dos siempre igual!
Amanecía
un nuevo día en las tierras del reino, aunque su rey Simba, no presidía su
lugar en la roca, pues se encontraba en otro lugar. Había vuelto al lugar donde
creció junto a Timón y a Pumba para tomarse un descanso. El león estaba muy
orgulloso de ocupar el puesto que su padre le legó, pero necesitaba descansar
de dirigir a todo el mundo, así que dejó a Nala en su lugar y escapó durante
unos días.
-Simba:
¡Qué bien me siento! ¡Noto que mi cuerpo es mucho más fuerte!
-Timón:
¿Lo ves? Te dije que nos quedásemos aquí, es muchísimo mejor y más sano.
-Pumba:
Venga ya Timón. Simba tiene todo lo que ama en las tierras del reino, sus súbditos,
Nala, el recuerdo de Mufasa...
-Timón:
Está bien, ¿Pero qué me dices de los bichos? Allí la dieta insectívora no está
bien vista.
-Simba:
Bueno, pero ya he comido todos los escarabajos que necesitaba para recuperar
fuerzas y volver al reino.
-¿?: Tal
vez tendrías que hacerlo cuanto antes.
Todos
se giraron descubriendo a Rafiki, quien estaba sentado en un tronco hueco.
-Rafiki:
El rey debe volver cuanto antes a su reino, hay una noticia muy importante que
debes saber.
Simba:
¿No me dirás que Nala se ha quedado embarazada?
-
Rafiki: Sí, pero esa no es la noticia.
-Simba:
Cálmate Timón. Será mejor que volvamos a casa de inmediato.
Simba,
Timón, Pumba y Rafiki volvieron a la Rocaa del Rey cuanto antes.
Al regresar,
su sorpresa fue tremenda, pues vieron algo que les dejó sin habla: Mufasa y
Scar. Los dos reyes del pasado habían vuelto y estaban tomando la roca del rey
¿Juntos?
CONTINUARÁ