No fue fácil, pero tras atravesar el desierto, Aladdín y los demás llegaron al oasis que les indicó aquella misteriosa mujer.
-Aladdín: Bien ¿Dónde está el monstruo?
-Genio: Yo lo veo todo bien¿Nos habremos equivocado de oasis? ¡Buscaré más por la zona!
El Genio se convirtió en un radar.
-Radar: Buscando oasis, buscando oasis. Mick-Mick.
La fuerza del radar impulsó al Genio a otros oasis, dejando a Aladdín y Jasmine solos.
-Jasmine: Sabía que no podíamos fiarnos de esa mujer tan extraña. Será mejor que volvamos a palacio.
De repente escucharon un extraño siseo. Una serpiente gigante surgió de la nada, sorprendiendo a la pareja.
La serpiente se detuvo en seguida, situándose al lado de Vanessa.
-Vanessa: ¡Habéis caído en mi trampa! Tenías razón Jafar, es fácil engañarlos.
-Aladdín y Jasmine: ¡¿Jafar?!
-Jafar (Serpiente): Sí ¡Cuánto tiempo sin veros! Desde que me matasteis junto a aquel aspirante a héroe ¡Qué pena me da el pobre desgraciado!
-Aladdín: ¿Qué le has hecho a Hércules?
-Jafar: ¿Yo? Nada. Todavía. He decido que acabaré con él tan pronto como vosotros y la ciudad de Agrabah caigáis en el olvido.
El Genio volvió para decir que no había encontrado nada. En cuanto vio a Jafar intentó reaccionar, pero no le dio tiempo. La serpiente le atrapó para evitar que usase su magia.
Aladdín y Jasmine corrieron a ayudar a su amigo, pero la bruja mostró algo que impidió avanzar a la princesa.
-Jasmine: ¡Padre!
-Vanessa: ¿Te preocupa? Tranquila, no voy a hacerle daño. No tengo por costumbre dañar a mis títeres.
-Jasmine: ¿Qué dices?
-Vanessa: El sultán ha caído. Es una víctima más del poder de la oscuridad. Un simple peón que nosotros utilizaremos para conseguir la victoria.
La joven no podía consentir que ocurriera lo que la bruja había dicho. Al ver que Vanessa estaba desarmada, decidió atacarla para salvar a su padre. Aquello fue un terrible error.
Al encontrarse a la distancia adecuada, Vanessa utilizó la caracola de Úrsula para hechizar a Jasmine y robarle la voz.
Aladdín vio que su amada estaba en peligro, y decidió ayudarla, dándole la espalda a Jafar. Oportunidad que aprovechó la serpiente para atraparle.
-Jafar: Jajajaja. Pequeño necio. ¿Pensabas que podías vencer al ser más poderoso de la tierra? Ha sido muy fácil venceros. Vuestro punto débil es el aprecio que os sentía entre vosotros. No es complicado utilizarlo a nuestro favor. Ahora estáis perdidos.
Aladdín comprendió que Jafar tenía razón: el Genio y él estaban atrapados. Jasmine no podía moverse, y el sultán estaba poseído por la oscuridad. Aquella vez, no tenían escapatoria.
Entonces, un rayo de esperanza iluminó a los héroes. Nadie se había percatado de la ausencia de la alfombra, la cual apareció portando una espada. Jafar intentó detenerla, pero la alfombra lazó el arma, golpeándola en el ojo de la serpiente, que empezó a retorcerse, soltando finalmente a sus prisioneros.
Una vez libres, Aladdín y el Genio atacaron a Vanessa y liberaron a Jasmine. Justo a tiempo para conseguir que la bruja no se quedara con la voz de la princesa.
Acto seguido, los 3 montaron en la alfombra y escaparon de aquel lugar. Se dirigieron a Agrabah para rescatar a Abú, Rajah, o aunque fuese algún guardia. Pero ya era demasiado tarde. En la ciudad no quedaba nadie. Los tres estaban desesperados al ver lo que le había ocurrido a su estimada ciudad. Pero sabían lo que tenían que hacer. Inmediatamente tomaron rumbo hacia Grecia, tenían que avisar a Hércules para avisarle, a lo mejor él sabía algo, o podía ayudarles.
Jafar y Úrsula reían en un tono malvado. No habían conseguido eliminar al enemigo, pero por lo menos, tenían la ciudad de Agrabah en sus manos, por lo que habían cumplido su misión. Cada uno de ellos se dirigió a su siguiente punto de destino, donde tendrían que librar nuevas batallas.
Llevaban un buen rato volando, y no sabían por dónde ir.
-Aladdín: Alfombra, estás segura de que este es el camino.
-Genio: Y tú diciendo que era una tontería cuando te sugerí que te instalases un GPS. La próxima vez me harás caso.
¿?: Servidor cree que podría ayudar.
Aladdín y Jasmine miraron sorprendidos al nuevo tripulante.
-Jasmine: ¿Quién eres tú?
-Dororo: Oh, discúlpenme por aquesta forzada entrada, mas puedo aseguraros de que no pretendo dañaros. Me llamo Dororo, estoy a vuestro servicio.
-Genio: ¡Eh! ¡Quita de en medio, gorrón! ¡Aquí el único que sirve a Aladdín soy yo!
-Dororo: Considero muy noble por vuestra parte querer ayudar a un amigo, pero aún no es el momento. Ahora debéis pasar por este portal, que os llevará a vuestro verdadero destino.
Doror abrió un portal espacial. Podía observarse que al otro lado, se encontraba la roca del Rey.
En aquel lugar nada había cambiado. Al ver a su esposo, Nala corrió a rcibirlo.
-Nala: ¡Simba!
-Simba: ¿Estás bien Nala? ¿Qué ha ocurrido?
-Nala: No lo sé, cuando volvía de cazar esto ya estaba así. Sarabi ha desaparecido, nadie sabe porqué ocurre esto.
Ante la noticia de la desaparición de su madre, Simba reaccionó. Estaba claro que aquel no era Mufasa, pero entonces, ¿Quién era?
-Simba: ¡¿Padre?! ¡¿Eres tú?! ¡¿Por qué estás con Scar?!
Al ver a su hijo, Mufasa reaccionó. Un aura extraña empezó a mostrarse, y el símbolo del sincorazón se mostró en él.
Mufasa: Sim...Ba...
Mufasa no podía reaccionar, la cabeza le daba vueltas. Scar sonrió.
-Scar: Mufasa, recuerda que ahora eres solamente mi esclavo. Fíjate en ese león, una vez fue tu hijo. ¡Quiero que le mates.
Justo cuando el león se dirigía a atacar a su hijo, un sello sagrado cayó en su frente.
ESPIRITU MALGINO: ¡DESAPARECED!
El sello era de Dororo. Todo signo de mal en Mufasa quedó erradicado.
Simba: ¿Padre?
Mufas: Simba. ¿Eres tú?
Rafiki: El mal por fin ha sido eliminado.
Timón: Sí, pero fíjate que grupito de animales extraños a apercido. ¡Yo necesito un cocktail de bichos!
Pumba: Calma Timón. Seguro que no son tan malos. Nos han salvado la vida al fin y al cabo.
Simba: ¡¿Dónde está Scar?!
Hacía un buen rato que Scar se había marchado al ver que nada había salido como tenía planeado. Su misión había fallado. Así que abrió un portal y se dirigió al inframundo.
Todos corrieron a atraparle, pero solo pudieron ver cómo se cerraba aquel agujero. Tan pronto como se cerró, Mufasa empezó a desvanecerse.
-Mufasa: Adiós hijo mío. Me alegro de haber vuelto a verte. Estoy orgulloso de ti. Cuida de Nala, es una buena reina.
-Simba: Adiós, padre.
-Aladdín: No sé cómo es posible que pueda entenderte, pero, quiero decir que sé cómo te sientes. Yo no conocí a mi padre hasta el día de mi boda, y tan pronto como me casé no volví a verlo. De eso hace un año.
.Simba: Gracias.
-Dororo: Parece ser que llegué tarde para atrapar a este malvado. Tendré que llevaros al siguiente mundo.
-Genio: ¿Espera, el siguiente mundo? ¡Eso está prohibido! Ya es demasiado peligroso que estemos aquí.
-Dororo: cómica criatura azul, esa ley acaba de ser erradicada por un ente divino.
Alguien está reuniendo a los peores malhechores de diferentes mundos y épocas, y mientras controla en las sombras, intenta que se conviertan el ejército más poderoso.
Además, han empezado a secuestrar personas de dichos mundos, para convertirlos en títeres y usarlos en sus malvados propósitos.
-Jasmine: Eso es lo que han hecho con mi padre y el padre de Simba.
-Aladdín: ¿Qué podemos hacer para evitarlo?
-Dororo: Mi tropa, la tropa Keroro ha decidido reunir a los mejores héroes de diferentes mundos, para que luchen y detengan esta barbarie. Somos 5 miembros, cada miembros de la tropa reclutará a los grandes héroes de tres mundos distintos, formando 5 equipos de grandes héroes. Vosotros, sois el equipo número tres: Dororo. Juntos, formaremos una alianza que destruirá a Hades y su ejército de zombis, antes de que la tierra y el monte Olimpo queden condenados a la destrucción.
CONTINUARÁ